domingo, 2 de diciembre de 2012

Hazme reír.

- Si te hago reír en menos de un minuto me das un beso.
- ¿Qué?.
- Aceptas la apuesta, y si te hago reír en menos de un minuto me das un beso.
- ¿Eres uno de tantos locos que andan sueltos por ahí?.
- Para nada. Estoy muy cuerdo.

(el sonríe muy seguro de sí mismo)

- ¿Y si pierdes?.
- Si pierdo te invito a una copa.
- Que sepas que vas a perder. No me rio muy fácilmente.
- Me gustan los retos, ¿quieres decir que aceptas?.
- Si venga. No tengo nada mejor que hacer mientras espero a mis amigas y así me tomo una copa a tu salud. Pondré yo misma el cronometro en mi móvil.
- Me parece bien.
- Ya. Te quedan cincuenta cinco segundo para hacerme reír.
- El se quedo apoyado en la barra mirando hacia delante como si la cosa no fuera con el, como si no tuviera ninguna intención de hacer reír a aquella chica –treinta segundos-. Ella no paraba de mirarlo como incrédula. Miraba el móvil y luego a él, el móvil y luego a él, todo esto en bucle que sabia no duraría más de un minuto. –quince segundos-  El seguía sin mirarla, con la vista perdida en las botellas que estaban al otro lado de la barra. Ella sospechaba que haría algo inesperado en los últimos segundos –cinco segundos-. Se agotó el tiempo y no pasó absolutamente nada.
-¡Ja!. He ganado, no me has hecho reír y me debes una copa.
- Parece que me has ganado, si. ¡Camarero!, póngale una copa a esta chica.

(dos minutos antes)

- ¿Ves a aquella chica apoyada en la barra?. Te apuesto un beso y una copa a que me voy a acercar, voy a hablar con ella y después pasaré de ella un rato. Ella no va parará de mirarme y después me dejará que la invite a una copa.
- Acepto.


No hay comentarios: